Kayla Harrison quiere cambiar el mundo, una pelea a la vez.
A principios de este mes, Harrison agregó otro logro a su currículum, derrotando fácilmente a Julianna Pena en 315 para capturar el Campeonato Mundial de peso gallito afeminado.
Para determinado que ya ha conseguido tanto: dos veces medallista de oro desconsiderado, dos veces campeona de PFL, nadie podría culpar a Harrison si hubiera escrito su última conquista como otra conquista en su búsqueda de ser la mejor luchadora de todos los tiempos. Pero para la raíz de dos hijos, pelear no se prostitución solo de elogios. Ni siquiera se prostitución de monises.
Se prostitución de desafiarse constantemente a sí misma y, lo que es más importante, usar su poder de hado para difundir el acto sexual e inspirar el cambio.
«Ese siempre fue el objetivo, ya sabes», dijo Harrison a Cageside Press mientras asistía a la ceremonia del Salón de la Triunfo de UFC 2025 en Las Vegas. “Lucho egoístamente porque me encanta. Tengo un deseo y una pasión fogoso interiormente de mí para desafiarme a mí mismo, para entrar en una trullo, hacer que bloqueen la puerta y que determinado intente golpearme e intente golpearlos. Entonces, esa parte es egoísta.
«Pero la plataforma, el objetivo es usarlo para que sea el cambio en el mundo que quiero ver, para ser una luz, difundir el acto sexual y la amabilidad, y a veces tener las conversaciones duras y musitar sobre las cosas difíciles. Asimismo es un honor y un privilegio de que a las personas en realidad le importan lo que pienso. El Salón de la Triunfo es sobre las actuaciones y las personas que queremos rememorar para siempre».
En cuanto al Salón de la Triunfo, Harrison ya se ha establecido como una innegable miembro de la primera muro. Pero si retraso ser reconocida como la chiva indiscutible de la MMA femenina, tendrá que ocurrir por ‘la leona’.